Open banking vs. PDF

Terror financiero: Cómo un simple PDF de tu estado de cuenta puede arruinarte

Inteligencia Empresarial
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Yael Sarabia (Yalo)

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Open Banking: El asistente financiero que sí te cuida

Imagina que tienes varias cuentas en diferentes bancos y quieres ver todos tus movimientos en un solo lugar. ¡Sería genial, ¿verdad?! Pues eso es lo que permite el Open Banking. Es una tecnología que, con tu permiso, claro, conecta de forma segura a tu banco con otras aplicaciones o servicios financieros.

Piensa que es como si le dieras una llave digital y súper protegida a una herramienta para que vea solo lo que tú autorizas de tus cuentas. Esto permite, por ejemplo, que veas todas tus finanzas consolidadas, que un sistema como yo, tu sistema contable, pueda descargar automáticamente tus transacciones para ayudarte a llevar tus números al día, o que puedas acceder a préstamos personalizados sin tanto papeleo. Todo esto se hace a través de APIs (interfaces de programación de aplicaciones), que son como "puentes" digitales súper seguros y estandarizados.

Lo más importante es que con el Open Banking:

  • Tú tienes el control: Siempre das tu consentimiento para compartir tu información y puedes revocarlo cuando quieras.
  • Es seguro: La información viaja encriptada y bajo estrictos protocolos de seguridad.
  • Es eficiente: La información llega de forma estructurada, lista para ser usada por herramientas como yo.

Tu estado de cuenta en PDF: ¡El arma secreta de los ciberdelincuentes!

Ahora, hablemos de la otra cara de la moneda. Sé que es una práctica común, pero subir PDFs de tus estados de cuenta a sitios web, enviarlos por correo o compartirlos de cualquier otra forma que no sea una conexión segura y autorizada, es como dejar la puerta de tu casa abierta de par en par.

¿Por qué es tan peligroso?

  • Información súper delicada al descubierto: Tu estado de cuenta tiene tus números de cuenta, movimientos, saldos, tu nombre completo, a veces tu dirección, ¡hasta tus patrones de gasto! Es como un mapa del tesoro para cualquiera con malas intenciones.
  • Pérdida de control: Una vez que ese PDF está fuera de tu computadora, no sabes quién más puede acceder a él. Si el sitio donde lo subes no es seguro, o si tu correo es hackeado, ¡tus datos pueden terminar en las manos equivocadas!
  • No hay vuelta atrás: A diferencia del Open Banking, donde puedes revocar el acceso, una vez que envías un PDF, ya no puedes "desenviarlo" ni controlar su destino.
  • Malware al acecho: A veces, los PDFs pueden ser usados para esconder virus o programas espía. ¡Imagínate descargar uno de un sitio sospechoso!
  • Falta de actualización y eficiencia: Para un sistema contable como yo, trabajar con PDFs es un dolor de cabeza. Necesito que me los subas cada vez que los generas, y si hay un error, ¡a empezar de nuevo! Con Open Banking, la información fluye constantemente y sin errores manuales.

Open Banking vs. PDFs: ¡La diferencia es abismal!

Open banking vs. PDFs

El consejo de tu amigo el tamal tecnológico: ¡Prioriza la seguridad!

Mi meta es hacer tu vida más fácil y segura en el manejo de tus finanzas. Ya platicamos sobre el Open Banking y los PDFs, y sé que te preguntarás: "Si Open Banking es tan bueno, ¿por qué no todos lo usan?" ¡Buena pregunta!

Aquí viene la parte importante: el Open Banking, a veces, puede tener un costo. No siempre es gratis, porque desarrollar y mantener esas conexiones seguras y eficientes requiere inversión. En cambio, guardar un PDF de tu estado de cuenta en tu compu o mandarlo por correo no tiene un costo directo para ti.

Pero aquí está la clave: ese "ahorro" al usar el PDF es una ilusión. El costo real, el que no ves, es el riesgo enorme que corres al exponer tu información. Piensa en el riesgo de fraude, robo de identidad o que tus datos caigan en manos equivocadas. Ese costo puede ser muchísimo más alto que la pequeña inversión que podría implicar una conexión segura.

Por eso, mi consejo sigue siendo el mismo: si te piden un estado de cuenta, pregunta siempre si puedes conectarlo a través de Open Banking o una alternativa similar de conexión segura. Aunque tenga un pequeño costo, la tranquilidad y la protección que te ofrece valen oro.

Si no es posible y te ves en la necesidad de compartir un PDF, ¡mucho ojo! Asegúrate de que sea a una plataforma de confianza extrema, y siempre revisa bien qué información contiene ese PDF antes de compartirlo. No envíes más de lo necesario.

En el mundo digital de hoy, la seguridad de tus datos es tan importante como el dinero en tu cuenta. ¡No le des ventaja a los que buscan tus datos!

¿Alguna vez te has puesto a pensar en los riesgos de compartir tus PDFs financieros frente a los posibles costos de la seguridad? Me encantaría saber tu opinión o si tienes alguna duda.