Existen muchas estrategias que pueden ayudar a que un negocio prospere, desde encontrar el local perfecto, tener los mejores productos, contar con atractivas promociones, pero todo lo anterior no es suficiente para que los clientes regresen a tu punto de venta, si tú o tus empleados están proyectando la imagen incorrecta. Es por eso que en Microsip te invitamos a conocer las cosas que no debes hacer frente a tu cliente.
Si trabajas de cara al público, evita cometer las siguientes acciones:
A los ojos del consumidor, no es nada agradable estar interactuando con un vendedor mientras come. Utiliza los horarios establecidos en la jornada laboral para disfrutar de tus alimentos.
Peinarte, maquillarte o pintarte las uñas de cara al cliente es una señal de poco profesionalismo. Evita al máximo realizar este tipo de actividades mientras estás atendiendo a alguien. Recuerda que existen lugares apropiados para llevar a cabo tu arreglo personal.
Al igual que en el punto anterior, realizar llamadas telefónicas personales, ver la televisión, navegar por Internet o revisar tus redes sociales mientras un cliente necesita de tu atención es poco profesional y sólo logrará que se moleste y no regrese.
Nuestro lenguaje corporal transmite muchas señales. Aunque hay movimientos que realizamos de forma inconsciente, hay algunos que podemos tratar de evitar, como cruzar los brazos, no mirar a los ojos al cliente o bostezar de forma repetitiva. Debemos de mostrarle al consumidor que estamos en la mejor disposición para ayudarle.
Es muy incómodo para los clientes presenciar escenas en donde los empleados están hablando mal de su jefe, de sus compañeros o de la empresa. Este tipo de situaciones transmite una sensación de que el ambiente laboral no es bueno, lo cual perjudica la imagen del negocio. Y si los empleados están criticando a algún cliente, quien escuche el comentario puede pensar que también le criticarán a él.
Aunque tus clientes te reclamen, se quejen o te insulten, nunca caigas en sus provocaciones. Recuerda que te están buscando para que le ayudes a solucionar un problema, porque confían en ti. Mantén la calma y siempre responde con amabilidad y de buena forma.
Si una persona hace fila para ser atendido, no le des preferencia a quienes se metan en la fila o a quienes llamen por teléfono (a menos de que se trate de una llamada de emergencia, en ese caso discúlpate con el cliente y toma la llamada). Dale prioridad a quien llegó primero y atiende a un cliente a la vez.
No persigas a tus clientes por toda la tienda, esto solo los incomodará y en vez de sentirse como personas importantes, percibirán que los ves como posibles delincuentes. Dales espacio para pensar y sentirse en libertad de ver y elegir.
Aunque ya sea hora de cerrar, no presiones a tus clientes para que se vayan, ni le cierres la puerta en las narices a quien quiera entrar. Indícales de forma sutil que ya es hora de retirarse.
Lograste que el cliente decida comprar alguno de tus artículos, pero cuando quiere pagar no hay quien le cobre. Esta acción puede ser frustrante para el consumidor, y en algunos casos por desesperación o falta de tiempo puede decidir abandonar tu local. Asegúrate de siempre contar con alguien disponible para atender en la caja.
¡Ten en cuenta las cosas que no debes hacer frente a tu cliente! Recuerda que de ellas depende que tus consumidores decidan regresar y volver a comprar en tu establecimiento.
Para poder continuar brindando un servicio de excelencia a tus consumidores, apóyate en sistemas de Punto de Venta ágiles y rápidos como el del ERP Microsip, el cual te puede ayudar a controlar desde un pequeño negocio con una sola caja, hasta un gran consorcio de sucursales multicajas. Para más información visita www.microsip.com.