Habría que hacernos un par de preguntas ¿El Outsourcing empresarial en México continúa siendo una opción viable?, ¿Genera beneficios reales para la empresa?, y en caso de tener algún beneficio ¿Qué debe cuidarse para aplicarlo bien?
El Outsourcing, o tercerización, es una opción de contratación para las empresas, porque permite métodos flexibles de trabajo y externaliza puestos de trabajo que no son estratégicos, o bien, en otra modalidad, se constituye una empresa hermana donde se mantiene cierta parte del personal, como parte de una estrategia administrativo-fiscal.
Hay que decir que el modelo de Outsourcing empresarial se vendía como una forma de reducir la carga fiscal. Sin embargo, esto ya no es aplicable. Las empresas de servicios de outsourcing deben cumplir con todas las obligaciones fiscales para evitar afectaciones al trabajador y a la empresa que los contrata, a fin de asegurar esto último, el SAT estableció obligaciones adicionales a este tipo de empresas.
Desde mediados de 2017, quienes prestaron servicios de outsourcing debían entregar a sus clientes, los CFDI de pago de nómina, pago de cuotas de IMSS, y declaraciones de retención de impuestos. Asimismo, los prestadores de outsourcing debían incluir en los CFDI de nómina un complemento con información adicional que permitía conocer el RFC de la empresa que tenía asignado al trabajador y el porcentaje de tiempo que se asignó al mismo.
Para el ejercicio 2018, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer la opción de utilizar el aplicativo de la subcontratación “para facilitar el cumplimiento de las obligaciones previstas en la Ley como requisito para la procedencia de la deducibilidad y el acreditamiento por el pago de estos servicios; en sustitución del intercambio de copias de los pagos y declaraciones”. “Con este esquema se esperaba beneficiar alrededor de 30 mil empresas y fortalecer el control ante posibles abusos de parte de las compañías de outsourcing”, de acuerdo con el SAT.
Bien, entonces es momento de responder las preguntas planteadas de inicio.
Todo consultor contestará, depende, sin embargo, la respuesta más común será, no. El outsourcing empresarial mantiene el beneficio de liberar la carga administrativa de personal no estratégico como: servicios de logística, comerciales, entre otros. Ahora bien, si la pregunta se refiere a utilizarlo para reducir la carga fiscal, la respuesta es, sí, dejó de ser una opción viable.
Un esquema de subcontratación bien planeado permite: mejorar la inversión en recursos humanos, y enfocar los esfuerzos en aspectos clave para ser más competitivos, y delegar determinadas tareas a una firma externa especializada. Sin embargo, antes de decidir por este modelo debemos planear y validar los beneficios buscados.
Si hasta aquí el análisis arroja buenos resultados, el último punto será dar seguimiento a los aspectos listados en nuestra última pregunta.
Validar la correcta aplicación y cumplimiento de obligaciones del modelo de outsourcing empresarial es bastante sencillo aplicando el siguiente checklist.
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